la vida en berlín

Esta noche fue la primera en mi nueva casa. Parece que tengo conexión a internet, aunque la he pillado del aire y no sé a quién pertenece ni lo que me va a durar. Por lo demás está bien, tengo todo lo básico y lo demás ya irá llegando. Tuve otra vez movida con el de la agencia, pero me pone de tan mala leche que no me apetece ni contarlo. Me dio mucha pena marcharme de la casa en la que estaba, con mis mejores amigos de Cambridge, que son geniales y se han portado genial conmigo. Pero como además de ser mis mejores amigos aquí, son los únicos, creo que les estaré llamando todo el rato.

El finde que viene lo paso en Sevilla. Qué ganas! Me he dado cuenta que de Cambridge me cuesta aún más escribir que de Berlín, porque esto es tan pequeño que la probabilidad de que lo lea gente, luego me conozca y tal es muy alta. Me pasaba en Berlín, así que imagínate aquí. Y la verdad es que eso me da bastante palo.

En teoría me voy ahora a comprar unos playeros de tenis y luego a la primera clase de tenis de toda mi vida. Siempre he querido. En la práctica no sé si va a pasar porque está lloviendo y es en pista descubierta... así que veremos. Ojalá que sí.

Sorry por la falta de comunicación. Esto de trabajar todo el tiempo cuando estoy en el trabajo me quita una de tiempo pa otras cosas :-)

Este post va dedicado a la Noe, nuestra personal shopping assistant. Se lo debo desde que se lo prometí este verano cuando fui a la tienda en la que curra y, después de recorrerla y pensar que no había lo que yo buscaba, ella me lo encontró todo en dos minutos. Perfecto, esto con esto, esto te queda bien así. Y si ella me dice que no arrastre el pantalón, pues no lo arrastro. Por qué? Porque sabe. Hace su trabajo de fruta mare y es super amable y a mi me ahorra un montón de tiempo y de agobios, que ya se sabe que no me pone nada ir de compras. Mil gracias, guapa.

Por desgracia no todo el mundo sabe hacer su trabajo ni bien ni siquiera regular y esta semana casi me cargo a un mongol de la agencia inmobiliaria. Resulta que vi un apartamento que me gustó y lo quería coger. Se lo daban a al primera persona de las que lo habíamos visto que pagara 350 pounds a la agencia. Sólo que yo no tengo (tenía! desde el Sábado ya tengo) cuenta de banco aquí, mi tarjeta de crédito no daba pa más, la de débito no les valía y una transferencia tampoco, y mucho menos el dinero en mano. Así que estuve un rato con el pavo al teléfono. Cuando al final le dije que en la pausa de la comida bajaba a su agencia con otra tarjeta de crédito (gracias a mi familia), me dijo que sí, que mejor, que con el acento tan fuerte que tengo que no me entendía nada. Por si fuera poco, una vez en la agencia, empezó con eso de "voy a ser super honesto contigo, María, tengo el número de tarjeta de una pareja que quiere el apartamento y me lo han dado antes que tú, pero los dueños de la casa te prefieren a ti". Un subnormal. Cuando le dije que vivía en casa de unos amigos pero les pagaba renta, me dijo "eso no son amigos". Mare, yo estaba flipando. Y todo en plan colegueo. Yo no le sonreí ni una vez. Empezó a cambiar el tono cuando vio lo que cobro y mi título. Qué asco de peña, de verdad. Y ya cuando salía por la puerta me paró y me pidió perdón "por lo que dije antes al teléfono". Vaya capullo. Por desgracia creo que le tendré que volver a ver.

Por lo demás aún sigo encantada en el trabajo. Ha estado mi hermana de visita desde el jueves hasta hoy y nos lo hemos pasado muy bien aunque ha sido muy corto.
Tengo que ponerme a hacer cosas. Otro día más. A seguir bien.