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lunes, septiembre 15, 2003

Barrio. 

A mí me mola ganso el barrio donde vivo. Aunque no está claro cuál es porque aunque técnicamente vivo en Neukölln, en cuanto camino 100 metros en casi cualquier dirección estoy en Kreuzberg. Vivo justo en una punta de mi barrio por así decirlo. Pero da igual porque lo que importa es la flora y fauna que habita la zona, independientemente del nombre que tenga.

El sábado tuve otra experiencia de inmersión en el entorno. Surgió por casualidad. Salimos a dar una vuelta y allí estaba otra vez el Strassenfest. Yo creo que era el mismo que hubo hace dos semanas en una calle perpendicular, sólo variaba la disposición de los chiringuitos. Durante un rato tuvimos la oportunidad de disfrutar de la gracia de los típicos borrachungos alemanes al ritmo de rock&roll. Ay qué ver que ritmo dando las palmas y que alegría animando al grupo que toca, los cuales debían de sentirse muy honrados de tocar ante semejante audiencia. Lo mejor vino cuando un pollo engominado y en frac empezó a cantar éxitos de cuando la república de Weimar, allá por los años 20. Geniales. Unas canciones muy divertidas y el tío dándolo todo. A mi me gustó sobre todo esa en la que un marido decide deshacerse de su mujer Klara (léase Klaga) porque ya no está enamorado, y tiene la brillante idea de planear un viaje al Sahara (léase Sahaga pa que ritme) y perderla por allí. Pero por si no te gustaba la música también había una especie de sketch improvisado por la pianista, que no era la habitual, si no una que encontraron una hora antes de que empezase el espectáculo, según nos explicó el cantante (por cierto que estos también tuvieron problemas con el sonido y tardarón 15 minutos en darle al on del órgano, el gringo dice que son los alemanes y la técnica, yo digo que si alguna vez pagásemos por algo a lo mejor no tenían problemas con el sonido). La pobre no dio pie con bola, se hizo un lío con la partitura al estilo de los payasos del circo, se le caía, la recogía, la sujetaba con una mano mientras tocaba como podía con la otra... Pobre mujer. Daba bastante vergüenza ajena. Y por si esto no hubiese colmado nuestra sed de cultura, a continuación Tom Jones nos vino a cantar unos temas (es de un show que hay aquí en el que imitan a varios famosos, Madonna, Michael Jackson y toa esa pesca). Ahí nos tuvimos que ir porque la cutreza ofendía incluso mi sensibilidad a pesar de estar esta forjada a base de tokchous y otras exquisiteces de la telebasura española.

Así que nos fuimos a dar un paseo por el parque de delante de mi casa (no el Görli Görli, otro). Nada más entrar nos recordó a la esquina de la 16th con Mission Street en SF por la distribución de los camellos. Uno aquí, el otro 10 pasos más allá, así durante todo el camino. Y claro, con nuestra pinta de porretas nos ofrecían todos. Yo no sabía que había tanta maría tan cerca de casa. Por cierto, que las plantas que hay en mi patio ya han florecido y por desgracia no son de las que se pueden ir a vender al parque, son de las decorativas.

Interesante, mi barrio, no? Y lo que me queda por descubrir...


lunes, septiembre 01, 2003

Reviews 2. Straßenfeste y otros. 

Berlín está lleno de festivales en la calle durante todo el verano. Casi no hace falta planear lo que hacer el finde, con coger la bici y dar una vuelta, siempre se encuentra algo. A pesar de que soy una vaga y muchos sábados y domingos no consigo salir de casa hasta las tantas, he estado en unos cuantos. A ver si recuerdo...

El carnaval de las culturas estuvo entretenido, una gran parade con músicas de muchos lugares. Un poco cutri-alemán todo, pero que quieres. Por la noche debe de haber muchas fiestas con buena música, pero quién llega a eso? Después de estar danzando durante todo el día con un calor de morir, y que luego cayese el gran chaparrón, sólo hay lugar para un falafel y pa’ meterse en la cama. No os voy a engañar, nosotros nos unimos a la cabalgata tras un camión donde iba pinchando el míticu Gianni Vitelo (vete a saber como se escribe)... un poco triste con la música que había ir bailando techno, pero es lo que tiene ser un animal social y que buenas amigas como Ire no estén aquí. (buaaaa....)

En agosto estuve en el Strassenfest del Supamolly. Mucha música punk y luego fiesta con reagge. También en uno en Boxhagener Platz en el que primero vimos un grupo de samba y luego a un señor cubano con toda su tropa, que no lo hacía mal, pero que mejor estaba en su casa, porque vaya show. Me explico, hubo problemas con el sonido, así que a veces no se oía a sí mismo, y a veces no le oíamos nosotros, y se pilló tal rebote que se acabó yendo a la mitad diciendo algo así como que él estaba encantau de servirnos pero que en esas condiciones que se negaba. Y se piró. Todo lo contrario a lo que pasó este último sábado en un festival en el Bauwagendorf de Lohmühlerstrasse (un Bauwagendorf es una formación de caravanas y autobuses en medio de la ciudad donde vive la gente, es muy interesante y hay varios en Berlín donde se puede ver cine, conciertos y otras cosas normalmente gratis). En éste, después de algo de punk alemán, bastante bueno, tocó Culcha Candela (léase calcha, pronunciación de culture, jeje). Un grupete de unos 6 chavales muy jóvenes y criados con la tele siempre encendida y sintonizando la MTV, que hacen hip-hop, reagge y rap con algunos ritmos de salsa y combinando español, inglés y alemán. Esos sí que demostraron tablas cuando al irse el sonido (tenían un dj que les ponía la música) se marcaron toda una canción a capella y sacaron todo su arte en el beat-boxing. Además tienen unas coreografías delolast. Les pronostico un exitoso futuro en el circuito comercial alemán.

Otro que lo dio todo fue un tal PR Kantate (lo de PR viene de Plattenreiter, que se podría traducir como el jinete de los discos, madre mía) con el gran éxito del verano berlinés “Görli, Görli”, que no sé como explicarlo, de verdad. Es una canciocilla sobre un hombre que dice que vive en el parque que hay detrás de mi casa. Eso lo dice en el estribillo, en las estrofas dice todos los sitios de Berlín donde no vive. Pero todo esto en un alemán que no sé exactamente que es y todo abreviado de tal manera que hay que vivir aquí para entender un poco de que habla. Es una tontería monumental. En el concierto del sábado se estropeó el sonido definitivamente cuando iba a cantar él, así que estuvo durante unos 20 minutos haciendo el tonto y subiendo niños al escenario para cantar, y al final como se acababa el tiempo, se decidió a cantar el hit acompañado de un bongo.

Iba a contar más Straßenfeste, pero creo que ya basta por hoy.

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