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miércoles, noviembre 24, 2004

Propietarios 

Hay una novedad "importante" en mi vida. Somos propietarios. Nos hemos comprao un apartamento en Berlín el gringo y yo a medias. Ya lo habíamos hablado algunas veces, porque los precios de los pisos en Berlín son de risa si se comparan con los del resto de Alemania o con los de España, pero como somos los dos mogollón de vagos no buscamos nada hasta que se nos ocurrió cancelar el contrato del piso donde vivimos ahora para el 1 de diciembre.

Así que en estos últimos dos meses hemos visitado creo que unos 16 o 17 pisos. Como además tenemos un presupuesto bastante reducido, nos hemos encontrao de todo en estas visitas: desde un piso de 50 metros cuadrados en el que la cocina era un hueco sin ventana en una de las dos habitaciones y en el que vivían 6 turcos (tenían un dvd y una televisión de flipar, por cierto) hasta este señor iraní que iba a emigrar a Estados Unidos y estaba encantao con nosotros, tanto que nos quedamos a tomar un té con él y llamó a un amigo suyo y nos pasamos media tarde allí hablando de política.

Los pisos en Berlín son Altbau (=de vieja construcción), es decir, de aproximadamente 1900 o Neubau (=de nueva contrucción), es decir, construidos después de la guerra. A nosotros nos gustan más los antiguos (bueno, a todo el mundo le gustan más los antiguos porque tiene mucho más encanto), pero viendo que por el precio que queríamos pagar nos teníamos que conformar con no tener calefacción, estar al lado del aeropuerto y/o estar en un edificio donde la mitad de los propietarios están en la ruina (lo cual puede llevarte a la ruina a ti en un plis), nos hemos decidido por uno nuevo, concretamente de 1956.

Y es un quinto piso sin ascensor. Me he pasao los dos meses explicándole a mi madre que en Berlín la mayor parte de los edificios no tienen ascensores y que las casas de 1900 son mucho más bonitas y caras que las de 1956. Yo entiendo que es difícil de creer. Pero aquí tampoco se usan persianas y en según que regiones ni siquiera cortinas. Esto es otro país, otra cultura. No voy a negar que te puedes también comprar un piso nuevo, o renovado a lo puti mare con ascensor incluído, pero entonces pagas más que en España y ese no es nuestro plan. La verdad es que mis pobres padres tienen que escuchar cada una... que si nos queremos comprar el piso en una subasta, que si nos compramos un piso donde la ducha está en la cocina, etc, etc. Al final les mandé las fotos del definitivo y se han quedao bastante contentos.


Es pequeño, 52 m2. Pero con una buena decoración podría quedar mono... sólo que nosotros vamos a poner los muebles de la basura que tenemos en casa, así que será pa más adelante. Firmamos el contrato el viernes. Joer, si alguno piensa que cuando firmó el contrato de compra de un piso en España no se enteró de nada, no os cuento de lo que me enteré yo aquí. El notario hizo lo que pudo, pero es que vamos, unos 40 minutos leyendo el contrato y explicándonoslo. Y el sábado nos mudamos, puede ser muy doloroso. Espero que algunos buenos amigos nos echen una mano (salaos espero que leáis esto). Además el domingo tenemos que pintar todo el piso en el que estamos ahora, y ese sí que es Altbau y tiene los techos a tres metros del suelo, ay, que vagancia, este finde va a ser un calvario.

No escribo más, voy a reservar fuerzas pa la mudanza. Leí esto en el comercio y me hizo gracia:


Historias de la radio
JAIME PONCELA/

Ayer por la mañana escuché en la radio una cuña publicitaria turística del Principado de Asturias en la que un presunto andaluz (con acento de Moreda de Aller) anunciaba a su esposa (o lo que fuera) que cogía el coche y se iba para Asturias a pasar el fin de semana. La señora con un deje de Muros de Nalón que trataba de pasar por trianero, contestaba al tipo que a quién se le ocurría eso con la pila de kilómetros que hay de Sevilla a Gijón y tal. La respuesta de él me pasmó: «Es que allí se está ahora muy fresquito». Me asomé a la ventana: seis grados.

O a alguien se le ha ido la olla metiendo en noviembre una cuña prevista para agosto o los publicistas del Principado no se toman la medicación a su hora y, si lo hacen, la remojan con Marie Brizard. La cuña del andaluz que viene a refrescarse a Asturias en pleno mes de noviembre tiene una variante en la que los turistas son unos presuntos catalanes de Ujo que se meten el palizón en coche desde la plaza de Cataluña a la Escandalera. Toma del frasco, Jordi.

Uno sólo confía en que esas cuñas se oigan sólo en Asturias y a esas horas del día en las que uno no sabe lo que oye, porque si se les ocurre radiarlas en Barcelona o Sevilla nos tendrán a todos los asturianos por unos sinsustancias o unos babayos. Aunque, claro, lo que no se entiende es para qué caray anuncian Asturias en Asturias, algo que es lo mismo que llevar hierro a Bilbao.

Menos mal que ahora tendremos vuelos baratos para irnos a ver mundo por ahí. Con un poco de suerte, igual no volvemos.


miércoles, noviembre 17, 2004

The small world (= el mundo es un pañuelo) 

Un español en Londres decide visitar Berlín. Se le ocurre buscar en internet direcciones de mail de estudiantes que estén viviendo aquí para ver si alguien le ofrece alguna posibilidad de alojamiento más barata que un hotel y más agradable que un albergue. Como tengo dos habitaciones vacías en casa (bueno, una vacía y otra llena de mierda) porque mi compañera de piso se fue a hacer el payaso a Viena, quiero decir, a estudiar teatro, le ofrezco una habitación enorme con un colchón, una mesa y un par de sillas, más no. Antes de hacerle el ofrecimiento, investigo en internet y descubro su trabajo, sus hobbies (joer, esta palabra, el otro día pensando un ejemplo para explicar a un amigo inglés que la h en español es muda, sólo se me ocurre esta palabra, mi amigo se quedó con una cara... son esos lapsus que tengo debido a la influencia de un par de amigas con las que me junto, que están como un tapín), vamos, que conseguí un cuadro completo del chaval, a ver si os pensáis que yo meto a cualquiera en casa.

Descubrí que era asturiano, lo cual se me había ocurrido porque conozcí a un chaval que se apellidaba así hace unos 8 o 9 años. Que coincidencia, pensé. Así que intercambié unos emails con él y en ellos también le dije que había conocido a un tal L. hace años en Avilés. Entonces me contestó que si era Juanito, Jorgito o Jaimito (los nombres han sido cambiados para protejer la privacidad de los individuos), que tenía tres primos en Avilés y que se imaginaba que era uno de ellos. Pues sí, era Jorgito. Coño, no me digáis. Que su primo había hecho la mili con mi novio de cuando yo tenía 20 años y habíamos salido unas cuantas veces juntos, con la que entonces era su novia, y que según la última update ahora es su mujer y está esperando su segundo hijo (yo, como le dije a mi madre, aún sigo practicando, lo de hacer niños digo, no vaya a ser que cuando llegue la hora no me apañe).

Ayer llegó a casa y sí, tiene un aire y todo. Como dice el gringo: Si es que somos una tribu! Me estoy acordando de hace año y medio que fui a una fiesta con DJ Pepe, un alemán que conocía la lista de grandes éxitos española mejor que yo. Me puse a hablar con él, y una española que andaba por allí se metió en la conversación. Oye, pues después de un par de frases descubrimos que ella había vivido en Barcelona con el gran Fer, mi compañero de piso de aquella época. Y Berlín tiene 3 millones y medio de habitantes, y unos cuantos miles de españoles (esto me lo estoy inventando, pero es la impresión que me da a mí).

Bueno, supongo que todo el mundo ha experimentado coincidencias parecidas. Por una parte mola y por otra da miedo. Parece que vayas donde vayas, siempre hay alguien ahí que va a llevar los cotilleos a tu madre. A la mía se los cuento yo misma, por si acaso.

Conocéis a Fanfare Ciocarlia? Son geniales, los vi en un concierto el viernes pasado. Son una banda de metales de gitanos rumanos que presumen de ser los más rápidos. Fue una pasada de concierto. Al final bajaron y estuvieron tocando y bailando con el público. Me impresionó además de la música, la estatura de los componentes de la banda, todos muy chaparretos. Unos paisanines muy simpáticos. Música para no parar de moverse. Tititi, tititi... Además le dieron la oportunidad a dos lolitas de demostrar sus avances en baile de la panza, que está muy de moda últimamente. Las subieron a mitad del concierto y ya se quedaron allí. A ver si me hago con un CD de ellos.



jueves, noviembre 11, 2004

Freak 4. Olé tu arte, mi arma! 

El sábado se nos ocurrió ir a una misa flamenca. Aquí en Kreuzberg. Cantada y bailada por el "Cuadro flamenco de Antonio Guerra" de Málaga. Yo no soy una entendida del flamenco, pero me gustó bastante. Y lo de siempre, que emociona ver cosas del terruño de vez en cuando, y además era en una iglesia bastante bonita. Lo peor podría haber sido el precio, 15 euros, un poco caro para mi lifestyle, pero lo peor, amigos, ay... lo peor fue la freak.

Seamos positivos, por suerte sólo había una freak en toda la sala. Por desgracia, sentada a mi lado. Al principio estuvo contenida. Tanto que yo pensaba que ese mmmmm, iiiiiii, mmmm que oía era un problema de sonido, un acople o algo así. Pero al poco rato, según aumentaba la intensidad me di cuenta de que era la freak que tenía al lado. Alemana, sí. Una empichada que según apuraba un vino tras otro, iba entrando en calor y perdiendo el recato, si es que alguna vez lo tuvo. Al empezar la segunda parte ya la teníamos tocando palmas (a pesar de que nadie más osaba) y haciendo movimientos con los brazos, algo intermedio entre los que hace un director de orquesta y espasmos de un ataque epiléptico. Y luego parecía que cazaba moscas, a mí a veces me acojonaba porque me pasaba cerca de la nariz.

Era insoportable. Quien es capaz de concentrarse en el espectáculo que tiene enfrente con semejante panorama? Yo no, desde luego. Yo no podía evitar mirarla de reojo todo el rato y seguir la evolución de su canto, que en un momento dado pasó de ser tarareo a ser cante jondo teutón propiamente dicho. Que horror. Era una chavala bastante joven que venía acompañada de un chaval, que me pareció también sorprendido por la efusividad de la moza. Yo, fiel a mis principios (esto es una mentira porque yo no tengo principios y además no soy fiel a nada) no le dije que se callara e inexplicablemente, nadie de los que teníamos alrededor se dignó. Raro en Alemania, pensé yo. Cuando no pudimos soportarlo más nos movimos a otro sitio. Sólo una fila más adelante, pero lo suficiente para por lo menos no temer por mis gafas y conseguir relajarme.

Por lo demás, voy a aprovechar para quejarme otro poco. La vida se ha vuelto muy dura y gris desde que ha empezado el frío, aunque aún seguimos sin usar la calefacción en casa. Hasta cuándo aguantaremos? Yo aún sigo usando la bici. Si os preguntáis por qué no usamos la calefacción es por una serie de motivos ecológicos, de salud, económicos... lo mejor es que algunos de nuestros amigos se han decidido a seguir el ejemplo. Mi amiga la de Thailandia ha decidido apagar la calefacción cuando duerme. Oye, cada uno dentro de sus posibilidades. Y no os creáis que estamos locos, que nos contaron de un chaval que vivió aquí durante un par de años sin calefacción ni agua caliente, por voluntad propia. Eso sí que son huevos. Pa'l invierno que viene lo probamos ;-)

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