la vida en berlín

Hace un montón que no escribo, es que no doy abasto y me estoy dando cuenta de que hay muchas historias que necesitan un update, así que ahí va.

Al final conseguí renovar el permiso de residencia. Y cómo? Pues les escribí un email de esos en plan prubina “es que os estoy llamando sin parar y no me contestáis y necesito urgentemente renovar el permiso de residencia....”. Así que como era urgente me dieron cita para exactamente 4 semanas después. Una vez allí fue bastante rápido: en una media hora estaba otra vez fuera, y por el camino me enteré de que el permiso definitivo sólo te lo dan si tienes un trabajo fijo. Pues sí.

Lo de la piscina es bochornoso, pero total, esto no lo lee nadie que no me conozca... Pues una semana no pude nadar porque una vez en pelotas en el vestuario, me di cuenta de que me había olvidado el bañador. Sí, una putada, y además teniendo en cuenta de que es a las diez de la noche y que no vivo sola, sino con un cabroncete que se empezó a descojonar cuando volví a casa hasta que vio que mi cara de mala ostia iba a peor y decidió que así no íbamos a pegar ojo ninguno de los dos y decidió sacarme a correr (sin correa ni bozal, eso sí) Y a la semana siguiente al fin lo consigo, pero resulta que ya había mucha menos gente en el curso, en concreto, sólo quedaban los que nadaban como estergüillians o yo que sé. Así que estuve 40 minutos agonizando, dando todo, llegando la última en cada vuelta de manera que me perdía la explicación del ejercicio siguiente (pal caso, yo creo que el entrenador decía siempre lo mismo: nadad más rápido a ver si dobláis a ésta), horrible, vamos.

Entonces tuve la buena suerte de que me dio un tirón en un gemelo (creo que es la primera vez que me ocurre nadando) y me tuve que agarrar a la pared, menos mal que no estaba en medio de la pisci ni me tuvieron que sacar o algo así. Como no recuperaba el monitor me mandó a la ducha, para ver si mejoraba con agua caliente y yo pensé: esta es la mía, ahora me piro pa casa y no me ven más en la vida. Pero luego, me dio por pensar que ya tengo 27 años y que ya es hora de echarle huevos a la vida ;-) así que volví a la piscina, le dije al monitor que yo no nadaba más y que creía que el curso era demasiado avanzado para mí y que no iba a volver. El tío majo, oye, me dijo que el curso era para gente como yo, pero que todo el mundo nadaba como dios y que el tenía que adaptarse a la mayoría y que porque no iba una hora antes a un curso de nivel más avanzado, donde en realidad todo el mundo nadaba peor.
Iba a el jueves pasado, pero es que me llamo una amiga y estuve una hora con ella al teléfono, no la iba a dejar colgada, no? De todos modos no sé si volveré porque yo creo que ya hice el ridículo para unos meses con la tontería esta.

De las películas del RAW-Temple, vimos una que me gustó un montón: “25th hour”. Lo que no consigo entender es porque los capullos se empeñan en ponerlas pelis dobladas al alemán, y como el gringo y yo no paramos de meter presión para que las pongan en inglés, nos hacen el tremendo favor de subtitularlas al inglés, no vaya a ser que no la entendamos. Yo me parto, porque el que habla siempre con ellos para que la pongan en inglés es el gringo, para que os hagáis una idea de cómo habla su lengua materna que piensan que no va a entender una peli, jeje.

Y este domingo fui por fin al teatro. Madre mía, que mierda nos tragamos. Y otro bochorno más... pero hablando de bochornos, todo empezó el domingo por la mañana, cuando fui a ver a una amiga que estaba en el Anker Klause, que es el bar de la esquina. Cuando llegué vi que estaba sentada con dos chicas a las que yo no conocía, así que después de dar un abrazo a mi amiga, alargué la mano hacia las otras petardas y les solté un eufórico “hallo, ich bin María”... habéis oído alguna vez eso de que en Alemania la gente comparte la mesa con desconocidos? Poz zí.

El bochorno del teatro es porque yo le iba diciendo a quien me encontraba por ahí que si venía conmigo al teatro a ver una obra basada en la peli “Soybean green” dirigida por un director polaco muy conocido y tal. Bueno, pues el título de la peli en la que se basa la obra es “Soylent green” y el director no es polaco, es que se apellida “Polesch” y yo entendía que era polnisch. Oops!

Bueno, pues la obra muy vanguardista, el público en el suelo en diferentes habitaciones y el 80 por ciento de la obra la veías en una televisión. Y encima no había argumento ni nada, eran una panda de travestis muy monos cacareando por el escenario tonterías sobre el porno. Bueno, una gilipollez enorme.

Habrá que seguir intentándolo!

Los domingos vamos al RAW-Tempel, que es una antingua estación de tren o algo así, vamos, una serie de naves y locales donde hay fiestas, vokü y cine, entre otras cosas.
Durante el mes de octubre y noviembre hay un ciclo de pelis titulado “control y castigo”. La primera serie de pelis que vimos iba sobre la pena de muerte. Tengo que decir que fueron todas bastante malas, sobre todo las dos primeras “The life of David Gale” y “Monster’s Ball”, por cierto, esta última tiene un oscar para la actriz principal. Me alegro de no haber pagado por ninguna de ellas. La tercera que vimos, esta en otro bar pero también dentro del ciclo fue “A short film about killing” que es de Kieslowski de 1987. Me gustó más que las anteriores pero menos que el capítulo de los Simpson que proyectaron primero, que fue una risa total.

Pero lo que iba a contar es sobre este domingo, que vimos “The element of crime” de Lars von Trier (1984) y que me dejó flipando. Por favor, que alguien me la explique porque no entendí na de na. A mi me parece que llovía durante toda la peli, no sólo en los exteriores, si no también dentro de las habitaciones. Vamos, que sé de que va porque lo leí antes de ver la peli, que si no...

Cuando llegamos no había ya ninguno de esos supersofás roñosos libres, así que compartimos uno con una chica, o mejor dicho, con la freak del título. El gringo la había visto en un “no-border camp” en Colonia, pero no fue él quien empezó la conversación sino ella preguntando que significaba lo que estábamos viendo proyectado en la pantalla antes de que comenzase la peli.... “eh... quieres decir, Toshiba? Creo que es la marca del proyector”. Yo al oír la conversación ya pensé que esa tipa no era muy normal pero no me podía esperar que llegase a donde llegó.

La conversación fue más o menos como sigue:
Gringo- Tú estuviste en el no-border camp de Colonia, no?
Freak 3- Eh? Cómo lo sabes? Quién eres?
G- Soy del servicio secreto.
F3- Sí? (cara de acojone tremendo)
G- No, hombre, es una broma.
F3- Puede ser verdad.
G- No te parece que si fuese del servicio secreto no te lo iba a soltar así a la primera?
F3- No necesariamente.
G- Bueno, pues no soy, es que estuve allí y me acuerdo de un comentario que hiciste en una workshop....

Total que siguen hablando de lo que había pasado en Julio en Colonia, un poco un diálogo para besugos, pero eso pasa mucho con los freaks, y ya me parece hasta normal. En un momento dado, en medio de la conversación, la tipa se levanta, coge todo y se pira. Un perro viene a okupar su lugar en el sofá. A pesar de ser un perro “alternativo” y con un agujero/herida en el lomo con un aspecto horrible, huele mejor que la freak, así que yo me alegro del cambio. El gringo y yo nos descojonamos del pronto de la chiquilla.

A la mitad de la peli, cuando los dos teníamos una extraña sensación en el cuerpo provocada por las escenas completamente surrealistas que estábamos viendo, la freak aparece por detrás, se acerca al grigo y le susurra a la oreja “Lo siento pero no voy a trabajar para vosotros”. Juajuajuajuajua, no me digáis, y si le véis la cara de susto que tenía!

Y no acaba ahí, que cuando vamos a marchar veo que la tía esta “agazapada” tras un expositor circular de esos de postalfree... eh... sí de esos por lo que ves todo a través, sobre todo si apenas hay postales. Ay, madre, y debía de pensar que no la veíamos!! Y mí me entró hasta mieu... y si nos espera a la puerta con un cuchillo o yo que sé? Este domingo no hay peli, así que no sé cuando nos la volveremos a encontrar, con un poco de suerte nunca.