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miércoles, mayo 17, 2006

una pijada rápida 

Ayer volvió mi amiga Geri de España. Tenía muchas ganas de volver a verla y echar unas risas. No hubo que forzar mucho. A los 20 minutos de conversación la primera gran chorrada. Fue (más o menos) así:

Geri: le pedí a un amigo que me grabara mucha música... tengo flamenco y ojos de brujo, chambao, unos que se llaman... como es? los esclavos del ritmo...
Yo: quieres decir los mártires del compás??

jajaja, es que me descojono. Lo de siempre, que nos falta el filtro ese. Yo le contaba que mi hermana tiene esa habilidad también, que a veces canta un verso en una canción expresando lo mismo que la original pero con otras palabras (como en esos ejercicios de clase de inglés) y sin esforzarse.

lunes, mayo 08, 2006

me estoy quitando... 

Sí, que me estoy quitando. De verdad. Es que este mes hay muchos conciertos muy interesantes. Pero para el próximo ya casi nada y para el siguiente aún menos. Tampoco he ido a tantos, no? Recuento desde el último que escribí aquí, que fue antes de marcharme a San Francisco.

En San Francisco:
- Animal Collective, que me encantó. Fue al día siguiente de llegar y habiendo dormido poquísimo. La historia fue así: tuve que pasar una noche en Frankfurt (pagándome yo la habitación) porque el aeropuerto cerró por culpa de la tormenta de nieve, la mayor en los últimos 15 años, y esto después de haber estado casi 5 horas como tontos sentados en un avión parado viendo películas (ponzoña) y comiendo helados. Cuando llegué a San Francisco, fui a tomar un cafe y comer una bagel con nuestro amigo Robert, que me estaba esperando. Cuando apareció el gringo que venía de currar conduciendo turistas al Wine Country, cenamos un burrito (el primero de los 700 que me comí en tres semanas) y salimos a trabajar conduciendo un autobús lleno de gente tajada que va a bailar a clubs de salsa. Llegamos a casa a las tantas y nos levantamos relativamente temprano porque habíamos quedado con Alex, nuestro amigo inglés que ahora está estudiando en Cambridge, y su novia para desayunar comida salvadoreña. Luego nos fuimos al parque de Año Nuevo, creo que se llama, a dar un paseo entre elefantes marinos. A la vuelta, a toda leche para el concierto con una parada por en medio para comer en un tailandés. Animal Collective era el tercer grupo que tocaba, así que a esas alturas yo estaba en trance del cansancio que arrastraba. El concierto fue en el mítico Fillmore y al entrar cogí una manzana de la cesta que hay a la entrada. Cuando me la estaba comiendo se me acercó un chavalín a contarme que las manzanas en el Fillmore en los 80 llevaban ácido, mientras me sonreía maliciosamente. Yo ya conocía la historia, pero me sentía tan en las nubes que de repente me entró un poco de acojone y pensé: ahora lo entiendo, estoy de ácido, bueno, de algo hay que morir y el concierto es espléndido. Por supuesto, hace mucho tiempo que las manzanas del Fillmore no llevan más químicos que los de sulfatar. El concierto fue la caña.

Ya de vuelta en Berlín:
- Deerhoof en el Magnet. Me sigue sin gustar ese club porque me queda lejos y es bastante agobiante. En este concierto por suerte, aunque había mucha gente aún se podía respirar. También me gustaron mucho y mola ver a la diminuta cantante japonesa dando botes por el escenario y haciendo sus minicoreografías. En un momento dado la cantante se acercó al público con el micrófono por delante invitándonos a hacer ruidos en él. Yo lo veía venir y cualquiera que me conozca puede imaginar lo nerviosa que me puse porque canto como el culo y estaba en primera fila. Así que cuando le puso el micro al chico que tenía al lado yo miré hacia el suelo para dar a entender que no me iba el rollo, pero la japuta tuvo que ponerme el micro delante de la cara. Yo creo que le gustaba porque me miró bastante durante el concierto. El caso es que con el micro delante de los morros decidí que sería mejor colaborar y abrí la boca dispuesta a hacer unos ah, ah, ah, o lo que fuese, y qué pasó? pues que no salió ningún sonido de mi garganta. Así que allí, to la peña mirando pa mí (encima hay cámaras que proyectan en unas pantallas al final del club) y yo jugando a mudito. Fueron tres segundos infernales. La japonesilla me miró con cara de "jarrón?" y le puso el micro al pavo de mi derecha.

-Amparanoia en el Glashaus. Pues es como la cuarta vez que los veo y me lo pasé teta. Sobre todo porque después de tener que ir a todos los conciertos sola, mola ir a uno con amigos y bailar con ellos y tal.

-Jenny Lewis y las Watson Twins y su novio, Johnathan Rice (este crío hace de Roy Orbison en Walk the line) en la Passionskirche. Jenny y especialmente las gemelas son rancias hasta decir basta. Por cierto, una duda ligüística, alguien más dice que alguien o algo es payo (por rancio) o lo inventó Amalita, aquella amiga de mi tía tan peculiar? Bueno, el concierto fue precioso, de una ranciedad visual y sonora impresionante. Es que la Passionskirche, que como su nombre indica es una iglesia, es el mejor local para este tipo de conciertos. Tanto Johnathan como Jenny cantaron sin micrófonos una canción. A Jenny le hicimos la percusión haciendo chocar dos monedas. Johnathan nos cantó "The Acrobat" y me hizo llorar (sí, lo sé, lloro por todo... y? esta mañana en el S-bahn leyendo lo de los niños con VIH en el País).

- Calexico con Iron & Wine y Salvador Durán. Fueron casi cuatro horas de música y empezó muy tranquilo y un poco challenging... era en el Columbiahalle, que es un sitio demasiado grande para mi gusto (3500 personas). Además parece ser que en una de las radios comerciales alemanas han estado poniendo alguna canción de Caléxico y había mucha gente despistada en el concierto. Los más despistados de todos eran dos chicas y un chico que se colocaron justo detrás mío y se pasaron la primera hora de concierto preguntándose si Iron&Wine eran Calexico y una de ellas decía que no, que Calexico molaba mucho más y se descojonaban de Iron&Wine al alto la lleva, que si vaya mierda de música, que eso lo podían hacer ellos, que eran patéticos y tenían una pinta patética... con todos sus huevos porque estábamos a medio metro del escenario y a toda la gente que les rodeábamos nos estaba encantando. Aunque todos intentábamos obviarles y disfrutar del concierto, se hizo casi imposible y alguien les acabó llamando la atención, a lo que ellos de descojonaron y decidieron molestar más imitando los coros de la cantante y tal. Me apetecía darles una patada en el culo. Lo mejor es cuando empezaron a decir que no se explicaban que la gente aplaudiese, que éramos como borregos y que como uno decía que era bueno, todos decíamos que era bueno, y yo pensando... sí, como borregos, y lo dice esta petarda que vino al concierto porque lo anunciaban en Radio Eins. Al final me fui separando de ellos para poder disfrutar del concierto. Calexico: tienen los shows muy currados y lo dan todo, tocan un montón de instrumentos... muy bien. Además les encanta tocar con otra gente y se acoplan perfectamente con Iron&Wine.

Acabé? Creo que sí. Los próximos a los que quiero ir: mañana Andrew Bird en el Knaack, el viernes Neko Case en el café Zapata... por cierto, tengo una entrada de más para los Yeah, Yeah, Yeahs el sábado 27 en la Postbahnhof, si alguien necesita comprar... es que se supone que a estas alturas el gringo llevaría dos semanas en Berlín, la realidad es que se queda en San Francisco hasta septiembre, sin comentarios...

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