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jueves, diciembre 15, 2005

holiday card 

Una entrada antes de marcharme de vacaciones. Holiday card, mola, mucho más pc que Xmas card. Lo leí por primera vez el otro día en un mail de Brandon, un amigo estadounidense, que ya sabemos que son lo max de la corrección política.

A ver, resumen de las cuatro últimas semanas. Fui a la conferencia a España. Di mi primera charla en un symposio internacional. Fue un éxito. Conocí a gente muy interesante. Primero a Elisa, una chica estadounidense que conocí en el avión y con la que salí a cenar la primera noche y que andaba de couch surfing. Llevaba más de un año viajando. Estuvo unos meses dando clases en China y ahora había llegado desde allí hasta Berlín en tren. Es maestra pero acaba de decidir cambiar de profesión (a sus 36 añitos) y montar una empresa de turismo en Seattle. Bien. En la conferencia me arrejunté principalmente con una chica de Valencia y con otra de Dublín, que era saladísima y además estaba enamorada de San Francisco (como el gringo) desde que pasó un verano currando allí.

Después de la conferencia, pasé el finde en Gijón. A pesar de la lluvia, que no paró en todo el finde, me lo pasé teta. Cena con la familia, peli en el festival internacional de cine, cena con amigos y vuelta a Berlín. Casi no dio tiempo a nada más.

Y de vuelta en Berlín. Cociné fabada, jugué al ping-pong, me tomé cuatrocientos cafús con mis amiguinas y fui a un par de conciertos. Los últimos: Clap your hands say yeah! y No jazz. Los primeros son yankis y estuvo muy bien a pesar de que casi mato a dos guajes que se empeñaron en darnos la noche a los demás. Los segundos son franceses y el concierto fue una pasada.

He recibido un extraño regalo de un compi del curro: un par de cientos de diapositivas de escenas de películas! Qué más? Ah, sí, que vayáis al cine a ver "Días de Santiago". Ire, no la he podido ir a ver aún.

Ah, la tontería del gringo del otro día. Casi me meo. Resulta que el año pasado, estando en España en vacaciones, no parábamos de oir en la tele que se había matado no sé cuanta gente en el puente de la Constitución. A lo que el gringo preguntó: en cuánto tiempo? y yo: joer, pavo, en el puente de la Constitución. Y él, ya sé en dónde, pero en cuánto tiempo? durante todo el año? Obviamente no sabía lo que era un puente en el sentido temporal de la palabra. Bueno, pues resulta que en el país del domingo traía de titular el número de muertos en el puente de la Constitución de este año y la foto de un accidentente.... en un PUENTE. El gringo no tardó ni medio minuto en percatarse y traerme el periódico señalándome el "puente de la constitución". Pobres extranjeros, qué difícil se lo ponemos!

Hala, felices vacaciones y todas esas polladas que se dicen estos días. Comei bien y despacio que en estas fechas tan señaladas siempre se atraganta la peña y hay unos sustos...

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