la vida en berlín

Pues me he quedado sola, bueno, sola sola no, quiero decir que el gringo se piró hace dos semanas aunque hasta hoy no había tenido tiempo a darme cuenta. Estuvieron de visita el Deiviz y la Elisa, con los que nos fuimos a cenar al etíope de Nollendorfplatz que se llama Bejte Ethiopia. Es muy bueno, pagamos unos 12 euros por persona y quedamos satt del todo. Elisa (que es sueca) nos contó que había vivido tres años en Tanzania cuando tenía 10 años. Fascinante. Yo a los 10 años había ido a Perlora, a Denia, a Torrevieja, a León... bueno, me dejo un par de sitios por el camino, pero os hacéis una idea. Bueno, que estoy esperando mi siguiente visita, que espero que sea la Luci & co. en un par de semanas para repetir restaurante, qué te parece? El sofá-cama que nos cedieron los papás del gringo está siendo el más explotado de la historia. Nos lo trajimos a casa a finales de febrero y desde entonces han dormido allí: Pod, nuestro amigo estadounidense, más de un mes, Cristina y Quique, que vinieron desde Madrid, Mónica y Aik, y Deiviz y Elisa. Todos en dos meses, no está mal.

Por cierto y hablando de alojamiento el otro día di por casualidad con este hotel en Berlín, la caña, daos un paseo por las distintas habitaciones que no tienen desperdicio.

Lo que me gusta de estar sola es eso de dejar todo tirado por ahí y que nadie te venga a decir que eres una guarra. Lo que no me gusta de estar sola es lo de dejar todo tirado por ahí y que siga en el mismo sitio cuando regreso del trabajo, y al día siguiente y al siguiente. Lo que también llevo fatal es lo de dormir sola, parece que mi cuerpo no se acostumbra y llevo desde entonces con tortícolis.

Y lo mejor es que tengo tiempo para leer y lo estoy disfrutando al máximo. En estas últimas semanas terminé Ansichten eines Clows (Opiniones de un payaso) de Heinrich Böll con el que estuve obsesionada durante días no sólo porque el libro es buenísimo, si no porque lo empecé a leer con el gringo en Sardegna y me marché de la isla sin haberlo terminado. Es una crítica a la hiposcresía y a la doble moral, especialmente a la católica. Recuerdo que mientras que se lo leía en alto al gringo en Cerdeña tuve que parar un par de veces porque me partía de risa o me entraba una llorera que no me dejaba ver las letras. Espero que me lo traigan de España en español para volver a leerlo y ver si es tan bueno como en alemán. Releí 1984 porque se lo iba a dejar a una amiga pero cuando lo cogí de la estantería para dárselo leí la primera página y ya no pude parar. Releí Die Verwandlung (La metamorfosis) esta vez en alemán. Es muy bueno pero me han gustado más otros libros de Kafka. Leí Der Vorleser (El lector) de Bernhard Schlink que es también un libro muy interesante, de esos que tienes que leer en una sentada o como mucho en dos porque no puedes parar, aunque a mí personalmente el final me decepcionó bastante. Por cierto que la acción se desarrolla en Heidelberg aunque no se mencione en ningún momento. Desde el principio yo me estaba imaginando Heidelberg porque es la única ciudad pequeña alemana que conozco bien, así que fue un rollu muy extraño sentir que todo lo que dice encaja, hasta que ya no queda ninguna duda de que es la ciudad que tú habías imaginado desde el principio. Y ahora estoy terminando Die verlorene Ehre der Katharina Blum (El honor perdido de Katharina Blum) también del Böll. Este pavo es la caña, ya ando como loca buscando otro libro suyo para leer.

No tuve tiempo a contarlo en su momento, así que lo cuento ahora. En realidad no fue una fiesta de chinitos, pero la Almu llama así a todos los que tienen los ojos ya sabéis como, no? A mí me hace una gracia tremenda la expresión, porque ni con toda la dulzura del diminutivo se puede solapar el racismo que desprende cuando se usa con gente que no son chinos, claro, pero a mí me mola, así que la voy a usar. Bueno, que estos eran de indonesia y la fiesta en cuestión fue el cumple de un doctorando del instituto de la Almu al que ni siquiera ella conocía mucho. Pero el pavo cumplía 34 años y quería hacer una megafiesta con un programa demasiado rígido para nuestras desordenadas mentes españolas, y aunque nunca habíamos oído hablar de él, pa allá nos fuimos todos.

La primera impresión fue lo mejor. Primero que entramos en esta especie de centro cultural en Neukölln, que se supone que es el barrio de la ciudad con mayor población turca, y hay unas 150 personas allí, de las cuales 120 son chinitos. La sensación es muy rara, de haberte introducido de repente en otra cultura de la que no sabes nada. No sólo había gente joven, también algunos padres y abuelos. Como llegamos un par de horas después de que empezase la fiesta nos perdimos la primera ronda de cocktails, pero había cerveza y vino por allí y bastante comida (sí, todo gratis). Y enseguida empezó la parte cultural del programa con las actuaciones de algunos de los amigos del protagonista cantando baladas americanas al micrófono con el acompañamiento de una guitarra. Algunos mejor que otros, claro. Nos sorprendía sobre todo lo fashion que iba la gente y lo destapaos teniendo en cuenta que la mayoría de la población de Indonesia son musulmanes. Estos o no lo eran, o tenían una manera muy rara de vivir su religión porque se pillaron unos bonitos pedales. Yo había oído eso de que los chinitos no toleraban bien el alcohol, pero a estos no les vi ningún problema.

Después hubo un baile tradicional con vestidos tradicionales de dos muchachas (esto de las "muchachas" lo usa el gringo, mola). El baile estaba bien, sobre todo la sonrisa de oreja a oreja con la que retorcían las manos y los brazos, pero después de cinco minutos se cansa uno de ver siempre lo mismo, suele pasar con los bailes tradicionales. Y al final el grupo estrella, coño, cómo se llamaban estos? Mierda, no me acuerdo. Bueno, eran un cantante y un guitarrista chinitos y un percursionista alemán. Según nos contaron después acaban de sacar un nuevo cd al mercao.

Cuando terminó la música y siempre siguiendo el programa, llegó el momento de visitar la colección de esculturas del chaval del cumpleaños. No os puedo contar qué tal porque me salté esa parte que era en el sótano y esperé a la siguiente actividad que eran otra vez los cocktails. Había una oferta de cocktails muy variada, pero a mí esas cosas no me ponen mucho, así que les agarré la botella de ron y la de coca cola y les dije que me lo mezclaba yo misma, danke schön. A esas horas de la noche, serían como las 1, ya no quedaba casi nadie en la fiesta, nosotros agarrados a la botella y los de la banda que se pusieron a hablar con nostros y nos propusieron ir al caffee burger (o como se escriba) a bailar allí. Al final yo no fui porque quería levantarme temprano al día siguiente para ir a buscar al gringui al aeropuerto (soy una pedaso de novia), pero un amigo nuestro americano (que por cierto tuvimos un mes viviendo en casa y creo que en junio vuelve) estaba por casualidad en ese bar y cuando al día siguiente le pregunté si había visto a un grupo de "chinitos" allí no tuvo dificultad en reconocerlos.

Me tengo que pirar cagando melodías porque tengo reunión de propietarios. A ver a quién denunciamos esta vez.

Estoy enferma desde hace un par de días con un virus de esos que te hacen cagar líquido. Ays, que me sale la maría escatológica. No os quejéis que por lo menos no lo tenéis que oler. Decía la Almu que ella me imaginaba en casina disfrutando de mi novio y diciendo en el curro que estaba enferma, pero dice que encima de que estoy mala de verdad voy al trabajo, y que eso no le cuadra. Jeje, me parto. Pues sí, y lo peor es que la gente en el curro me odia porque están acoxonaos con que les contagie. Me la pela, es que tenía cosas que hacer, no que yo le tenga amor al curro.

El concierto de Amparanoia, estupendo. La putada es que me perdí casi la mitad porque ese día yo tuve que irme a Karlsruhe, lo cual quiere decir que me levanté a las 5 de la mañana, me hice 5 horas de tren, unas charlas científicas super interesantes (por dios, apréciese el tono irónico), 5 horas de vuelta y al concierto. Obviamente casi no tenía fuerzas ni pa levantar las manos cuando Amparo cantaba aquello de "alza las manos si te gusta marihuana". Y mañana Orishas. Pero si no puedo con el alma!

A lo que me refería el otro día con lo de que para qué escribir, es que me joden un par de cosas de esto de escribir un blog, a saber: 1. Como la gente sabe de ti, no se molestan en escribirte mails contando su vida, con lo cual cada vez sé menos de la gente 2. Cada vez que conozco a un nuevo español en la ciudad (hoy mismo por ejemplo) intento escrutar en la conversación si ha leído esto alguna vez y sabe hasta en que lado de la cama me gusta dormir 3. Las cosas se empiezan a repetir, conciertos, festivales... no? 4. Imaginaros por un momento que mi relación con el gringo se va al garete (sé que suena imposible, pero torres más altas han caído, véase Bisbal y Chenoa... o hechos como la inesperada muerte repentina del Papa que hacen que te plantees la posibilidad de que ocurran cosas insospechadas y terribles....), lo que decía, ahora resulta que me va mal con el gringo, que digo que es un suponer (tranki corasón, que aunque me dejes tirada en la más profunda miseria marchándote tres meses a pasearte con ex-novias a Sanfran no te tengo ningún rencor), se supone que tengo que hacer aquí una update en honor a la verdad? Pues como que no me pone la idea.

Hay mas cosas que me joden, pero como que se me fue la olla. Gracias de todos modos por los comentarios. Sobre todo ese Anonymous, te voy a mandar un mogollón de sms al 000 0000 0000 000 porque si no ya me dirás, no sé quién eres, aunque casi que se me ocurre alguien así de cebolla, pero en ese caso no tengo tu móvil ;-)

Y me voy cantando:

Si fuera rancho
me llamarían tierra de nadie
Si fuera planta
me fumarían toda la tarde
Si fuera hoja
me llevaría volando el aire
Si fuera nada
sería algo que no deja de amarte

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